Hace algunos meses nos dedicamos a hablar acerca de cómo se trata el sexo en la industria del entretenimiento digital. Pero ahora vamos a centrarnos en las apariciones que han tenido las minorías sexuales a lo largo de la historia de los videojuegos. Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) tratan de encontrar un lugar en otro espacio en donde la igualdad de género lucha por volverse una realidad. Estereotipos, discriminación, pero también sensualidad y respeto en este informe para todos y todas de NeoTeo.
En cualquier campo en que se la aborde, la homosexualidad es un tema polémico, que genera diferencias y opiniones cruzadas. Por suerte, los videojuegos ya dieron incontables pruebas de ser un espacio en el que los límites se borran, en donde la convivencia de múltiples orientaciones religiosas, políticas o sexuales es posible. Sin embargo, es importante resaltar que la aparición de personajes homosexuales siempre fue atravesada por una serie características que han estereotipado y caricaturizado a los miembros de esta comunidad: se los definió como extremadamente amanerados en sus movimientos y en sus discursos, poseedores de manierismos típicos del género femenino (el color rosa o la delicadeza de sus rasgos) y siempre se los asoció a la perversión y lo amoral, definiéndolos como verdaderos “depredadores” sexuales.La aparición de personajes LGBT en los videojuegos no es un fenómeno que se haya dado en estos últimos años. El primer ejemplo que debe citarse es el del personaje Birdo de Super Mario Bros. 2 (Nintendo EAD– 1988), cuya voz de mujer y apariencia femenina desentonaba con su declarada masculinidad. En el propio manual del videojuego podía leerse la leyenda “Cree que es una mujer y escupe huevos por su boca. Prefiere que lo llamen Birdetta”. Este mini jefe luego fue censurado por Nintendo y asociado con el personaje de Yoshi como posible pareja (luego de redefinirlo como dinosaurio perteneciente al género femenino). Fue así como Nintendo comenzó a implementar una política de control y modificación sobre el contenido de sus videojuegos que lo llevó a censurar la existencia de un bar gay en el título Dragon Warrior III (Chunsoft – 1988).
En la actualidad, pueden encontrarse numerosos ejemplos sobre la presencia de las minorías sexuales en el mundo de los videojuegos. Fable (Lionhead Studios - 2004) brinda la posibilidad de elegir la orientación sexual de sus personajes. Además, durante la aventura es posible mantener relaciones homosexuales y elegir la opción de tener “sexo sin protección”. Fallout (Black Isle Studios – 1997) fue el primer videojuego que permitió el casamiento entre personajes del mismo sexo. En Los Sims 3 (Electronics Arts - 2009) la franquicia dio un salto evolutivo trascendental. Mientras que en las versiones anteriores las parejas homosexuales sólo podían irse a vivir juntos y “unirse” (manteniendo sus apellidos de solteros o solteras), en la tercera versión de la serie gays y lesbianas pueden flirtear, casarse (llamándose “maridos” y “mujeres”) y hasta adoptar un bebé para formar su propia familia. En juegos como Dragon Age: Origins (Bioware - 2009) y Mass Effect 2 (Bioware – 2010) el sexo entre personajes gays alcanza niveles de romanticismo y sensualidad nunca antes vistos.
Existen otros casos más singulares como la declarada bisexualidad de Vamp en Metal Hear Solid 2: Sons of Liberty (Konami Computer Entertainment Japan – 2001) el cual es descrito como el amante de un comandante de la Marina norteamericana llamado Scott Dolph o la de Volgin en su secuela del año 2005. También es llamativa la homosexualidad en niños que presenta el videojuego Bully - Canis Canem Edit (Rockstar New England – 2006) en el cual el protagonista James "Jimmy" Hopkins puede besar a niños y niñas para recuperar energía. Final Fight (Capcom – 1989) utilizó la característica y provocativa ambigüedad sexual del glam rock de fines de los años 80 para introducir las transexuales Poison y Roxy en sus filas. Y, por último, el título Fear Effect 2: Retro Helix (Kronos Digital Entertainment – 2001) presentó a las pulposas Hana y Rain, primeras protagonistas lesbianas de un survival horror.
El mercado LGBT se está transformando rápidamente en un sector interesante para las compañías, las cuales han comenzado a desarrollar juegos o expansiones dedicadas a conquistar este segmento de consumidores. La búsqueda del llamado “dólar rosa” ha llevado a empresas como Rockstar a lanzar el famoso pack de expansión de GTA 4 llamado Grand Theft Auto: The Ballad of Gay Tony (Rockstar North– 2009) que cuenta las aventuras de Luis Fernando López, un matón del empresario de clubes nocturnos Tony Prince, un homosexual declarado y pareja de Evan Moss al que todos conocen como “Gay Tony”. Esta es la primera vez que un título posee, ya desde su título, la declaración de contenido homosexual en su historia.
Lamentablemente la discriminación también se hizo presente en este mundillo digital. Las propias empresas desarrolladoras han echado a personas por incluir contenido homosexual en sus historias (tal es el caso de Jacques Servin, empleado de Maxis, quien fue despedido de la compañía por sumar personajes gays en trajes de baño en el juego SimCopter). Sin embargo, los videojuegos vuelven a mostrarse como una esfera en el que se puede poner en discusión el modo en que se trata un tema tan delicado como la identidad sexual. Lo importante será entonces mantener este espacio para construir una sociedad más tolerante, sin prejuicios y con absoluta libertad para tod@s.
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